Media Maratón Madrid 06/04/2025
Cita obligatoria en la planificación de prácticamente todos los años que sirve como preparatoria, en este caso, para el Maratón Vías verdes de Girona.
El objetivo es coger sensaciones y ver qué tal ha ido el entrenamiento hasta la fecha. En cuanto a tiempo, voy con Roberto Ocaña, acompañándolo a bajar su tiempo en la Media, que está en 1h 29’. Él quiere hacer 1h28’. Me cuadra para ir a ritmo de Maratón y evaluar, así también ir acompañado, no forzar y disfrutar más de la carrera.
Para no ir descansado del todo, el día anterior corro 15 kilómetros, con lo que el día de la prueba se asemeja más a la Maratón por ir con las piernas no tan sueltas.
El domingo quedo con los Coentrenas Carlos Benito, Alberto Barrantes y Ángel García en Colón, antes de la salida. Durante el calentamiento, que es muy poco, me encuentro con Ángel de Fuencarral y Burdalo de Coentrena también.
Hay unos 20.000 corredores inscritos y los alrededores de la salida están abarrotados de gente.
Roberto y yo tenemos cajones de salida diferentes. Entro en el suyo sin problemas ya que de tanto corredor no prestan atención a las entradas en cajones, por lo menos en el de 1h30’.
Al dar la salida, vamos con muchísima gente intentando coger el ritmo Castellana arriba, pero hay que ir esquivando constantemente casi hasta el Bernabéu, que se empieza a correr un poco más desahogado. En todo momento, tengo que ir frenando a Roberto para indicarle que no pasa nada por comenzar más lento, que queda mucha carrera y que al final, se nota si se han guardado fuerzas.
Al llegar a Plaza Castilla en el kilómetro 5, cogemos directamente Bravo Murillo. Comienza la cuesta abajo y podemos aumentar el ritmo con el mismo esfuerzo, recuperando un poco y descansando el corazón. Voy haciendo de “buen acompañante” y recogiendo el agua para los dos de los avituallamientos. La bajada de 2,5 kilómetros se hace rápida y sin mucho esfuerzo. Aquí estamos calentando aún.
Torcemos en Raimundo Fernández Villaverde para dirigirnos a Joaquín Costa, pasando por encima de la Castellana y viendo aún una marea tranquila de corredores aún casi recién salidos.
Por Doctor Ezquerdo entramos en el túnel y salimos cerca de la Casa de la Moneda. Aquí vamos controlando fuerzas y a ritmo rápido aún.
Con muy buenas sensaciones entramos en O’Donell sobre el kilómetro doce. Creo que vamos a muy buen ritmo, más de lo inicialmente planteado y creo también que podemos hacer un muy buen tiempo, bajando con creces lo planteado al principio. Pregunto qué tal las piernas a Roberto y comento la estrategia a seguir a partir de ahora, por si le parece bien. Esta es aguantar al mismo ritmo que llevamos ahora hasta Serrano, donde bajamos a 4’15” la parte de subida, luego nos volvemos a poner a 4’10” hasta llegar a San Bernardo y hacemos una bajada rápida manteniendo hasta el final. A su cabeza le parece bien, solo falta que las piernas nos acompañen.
Con esto llegamos a Serrano. Aquí comienzo a parar el ritmo a decirle que vaya un poco más lento. Le digo que vamos muy por debajo de la 1h28’ y que podemos irnos a 1h26’ si hacemos lo planteado. Consigo que baje el ritmo.
Torcemos por Almagro bajando hasta Sagasta. Parece que cuesta mantener los 4’10” pero va aguantando. Le intento animar para que siga, que queda poco y vamos a bajar su tiempo.
En San Bernardo bajamos muy bien. Recuperando corazón y piernas, dejándonos caer casi sin correr.
La subida a Callao y correr por Gran Vía es un gustazo, pero hay que hacer un esfuerzo extra para mantener con la subida. Tiro de Roberto indicándole que aguante, que vamos a pulverizar su tiempo, que apriete un poco más, que no queda nada, apenas dos kilómetros.
Llegamos a Montera y bajamos empicados, yo dejándome caer, Roberto tirando del cuerpo hacia abajo. Al llegar a Sol, a sabiendas que queda la bajada de Las Cortes, le pido un último esfuerzo, que apriete un poco más para romper el crono. Me dice que no puede. Le pregunto si puede mantener y me indica que sí. Bien.
Al llegar a Neptuno nos hacen la absurdez de la carrera, que es dar la vuelta a una raqueta del Paseo del Prado con una subida considerable. Retornamos a Recoletos y le pido mantener porque no queda nada. Último esfuerzo con el mismo ritmo hasta la meta a menos de un kilómetro. Lo aguanta con esfuerzo pero muy bien.
Entramos en meta en 1h26’09”. Crono pulverizado totalmente con más de tres minutos de diferencia de su record. Impresionante.
El reto también era mío. Por una parte, hemos conseguido su tiempo. Por otra, me lo he pasado fenomenal. Y como colofón, no me ha costado nada correr esta carrera en este tiempo. Estoy totalmente sorprendido la buena forma que siento y las buenas sensaciones que me llevo.
Estiramos en Colón, reponemos energía y de vuelta a casa en metro, que tenemos comida de amigos y niños post carrera en la Terracería.
Si no voy a Viena el año que viene, volveré a esta carrera en 2026.
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