XXXV Trofeo José Cano23/11/2014
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Me inscribo en esta carrera mítica de Madrid para intentar bajar la marca de 38 minutos y poder acceder así a la San Silvestre Vallecana Internacional.
He estado un para de meses entrenando para ello, a base de tiradas de más de 10 kilómetros y de series de 400 metros. Han sido dos meses duros de entrenamiento que espero den su resultado y consiga mi objetivo, ya que me hace mucha ilusión poder llegar a fin de año con una carrera tan famosa dentro y fuera de España, corriendo con la élite de 10.000 metros.
La carrera se realiza por el barrio de San Blas y Canillejas.
Llego con tiempo para poder calentar un poco y disfrutar del ambiente previo, para poderme concentrar en la carrera. Hay muchos corredores que esperan bajar su marca en este día, ya que el recorrido, según dicen, es propicio para ello, teniendo en cuenta que estamos en Madrid, con cuestas vayas donde vayas. La salida y llegada están en diferentes sitios, y es el ejército quien se encarga del guardarropa, llevando en sus camiones todas las bolsas de los corredores.
Me coloco cerca de la cabeza de la salida para tomar posiciones, y tras el disparo inicial salimos cuesta abajo cogiendo un buen ritmo pero intentando controlar el no desbocar.
La carrera, aunque no deja de ser relativamente plana, no para de tener pequeñas subidas y bajadas, lo cual provoca cambios constantes de ritmos y controles de esfuerzo para no desgastar demasiado en las subidas e ir compensado con las bajadas tanto en tiempo como en esfuerzo.
Conforme va avanzando la carrera, las subidas se van notando bastante más que las bajadas. Como tampoco tengo muchas experiencia en carreras, noto que el ritmo que llevo es bastante fuerte en relación con las carreras que he corrido hasta ahora. No sé si voy a poder aguantar así todo el recorrido. La verdad, se me va haciendo largo conforme encuentro otra cuesta arriba.
La carrera discurre, en mayor parte, bordeando parques y por avenidas anchas (por lo menos lo que recuerdo). No es una carrera bonita en cuanto a recorrido.
Llevo cerca de 8 kilómetros y con fuerzas las piernas cargadas para seguir a este ritmo. Subimos una cuesta, aunque con poca pendiente, bastante larga que acaba con la paciencia. No dejo de mirar el reloj, ya que voy a buen ritmo y en tiempo para conseguir mi meta. Aprieto los dientes y continúo la marcha.
Comienzo a pensar que, como haya una nueva cuesta, la subo andando.
Me acerco a la meta, aunque no veo el fin. Los corredores están muy concentrados. No se oye a nadie hablando ni animando.
Tras torcer una calle, se ve una cuesta arriba corta pero pronunciada, con la meta casi en la cima. El tiempo lo llevo controlado para llegar tranquilo. Al ver la llegada, el crono, me sube bastante la moral y hago el último esfuerzo sabiendo que en unos metros se acaba la carrera y consigo mi objetivo.
Hago la entrada en 37’15» batiendo mi récord en los 10.000 metros. Muy orgulloso y contento de haber obtenido este resultado después de los entrenamientos duros durante este último mes.
La carrera no ha sido muy bonita pero el ambiente en la salida y llegada merecen la pena. No creo que vuelva a repetirla, aunque puede que me desdiga algún día.
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