Con el ánimo de ver a Pedro correr por primera vez en una carrera, lo apunté a la primera edición de este evento dentro del Metropolitano, ya que era una localización muy buena para poder comenzar a sentir las sensaciones de ponerse el dorsal y participar en una prueba. Había dos modalidades: infantiles por edad de 400m y adultos de 6km. Me apunté también a la de adultos por si podía correr, ya que íbamos los dos pero también con varios amigos y compañeros de clase de Pedro.

Pedro corrió como un campeón y se lo pasó bien. Su carrera era una vuelta por dentro del estadio. Había muchos niños y se divirtió bastante. Creo que estaba yo más nervioso que él. Prueba superada y una espinita quitada.

Por mi parte, sin muchas ganas de ponerme a correr, pero conociendo bien la ruta, caliento con Roberto y Nacho durante unos minutos. El objetivo es acabar en unos 24 minutos.

Nos ponemos casi al principio de la salida, sobre todo por salir pronto de las dos primeras curva que hay cerca del arco y para afrontar despejado la bajada.

Dan la salida y salgo disparado. Roberto a mi ritmo… Rodeamos el estadio hacia la gran bajada, donde iban a construir el estadio de voleibol para las olimpiadas, y me dejo caer como una bala adelantando a casi todos los que tenía por delante. Camino de la A2, sigo con ritmo fuerte y adelantando sobre todo en la subida.

Tras este inicio, decido cambiar de objetivo y seguir a ritmo alto hasta que las piernas me dejen. Con ello, sigo adelantando a corredores y damos la vuelta cerca de A2 para volver al estadio de fútbol.

Volvemos a subir por la misma cuesta que nos hemos tirado hace poco. Esta cuesta pica, pero como la conozco, voy reservando y adelantando a algunos corredores. Tras ello, explanada del Metropolitano, paralelos a la M40, camino a la puerta donde entran los autobuses con corredores justo por el otro extremo.

Hay una bajada importante. Rodeamos el estadio por dentro. Donde paran los autobuses con jugadores antes y después de los partidos. Entramos en el estadio e fútbol y, aunque parece que va a impresionar correr dentro, al estar totalmente vacío, se queda uno con las ganas de algo de animación y no se tienen las mismas sensaciones que en otros estadios.

Damos la vuelta entera por dentro y volvemos a salir. Ahora toca una gran subida, muy empinada antes de salir a la calle de nuevo. Esta si que escuece y tira de piernas, corazón y pulmones.

Antes de ver la calle, los relojes pitan 6 kilómetros y no hemos terminado aún. Quedan bastantes metros para la meta y subiendo aún. Vaya descontrol.

Aprieto los dientes para adelantar a algún corredor pero ya voy casi solo. Sin nadie por delante a la vista y dejando al resto atrás.

Al final acabo en 24’36» con un gran esfuerzo en una distancia que no estoy acostumbrado.

Al ver la clasificación esa noche, he quedado el décimo. Ni tan mal para ni haberlo buscado.

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