5K Carrera Solidaria Claret Madrid
22/10/2023
La experiencia es un grado, y en esta carrera, la voy a explotar al 100%.
Reto personal: conseguir ganarla para llevar un trofeo a casa.
La primera vez que participé en esta carrera, en 2019, fue la primera vez que me enfrentaba a un 5k con posibilidades reales de ganarla, o eso pensaba. Ahora, tras tres años sin correrla (dos años sin celebrarse por COVID y otro por coincidir con la Media Maratón de Valencia), vuelvo a la carga a por ella sin saber el nivel, y teniendo en cuenta que correrán chicos jóvenes del colegio que pueden ir muy fuertes en esta corta distancia para la cual yo no estoy entrenado.
La noche anterior duermo con nervios y poco, ya que, aunque sea una «carrera menor» de 5.000 metros, tengo la posibilidad de ganarla, y esto no me suele ocurrir.
Repito el desayuno de la Media Maratón de Talavera, que rendí bastante bien.
Caliento unos 4 kilómetros para hacer esta serie de 5.000 metros. Luego voy a por el dorsal, ya que no venía en mi bolsa de corredor.
La carrera son 7 vueltas al circuito entre Clara del Rey, Padre Xifré, Corazón de María y Alustante. Tras la séptima vuelta, se hace otra con entrada al colegio por la calle Alustante.
Tras saludar a varios padres de alumnos, nos situamos en la meta, que es en el semáforo enfrente de la puerta de Clara del Rey. Allí me coloco en segunda línea.
Tras la salida, se colocan 6 corredores delante mía, un corredor joven y 5 más. Mi intención es seguir a la cabeza de carrera en segundo plano para ver cómo se desarrolla y calibrar cómo gestionar la carrera. A sabiendas que puede haber algún corredor que despunte, se escape y gane directamente.
Como llevé bebida isotónica, en la primera vuelta bebo. Sé que el cuerpo lo va a agradecer.
En la tercera vuelta hay dos corredores jóvenes que van con un ritmo más bajo.
Les sigo durante 4 vueltas al circuito, pero al bajar por Corazón de María en la cuarta, veo que bajan bastante el ritmo y fuerzan en la bajada. Esto me supone un desgaste que no quiero asumir, por lo que me dejo caer en la bajada y me coloco primero, con un chico de unos 16 años que me sigue el ritmo.
A partir de ahí, vamos los dos al mismo ritmo. Yo imponiendo el paso que quiero mantener, pero sin forzar.
En la quinta bajada, le comento que nos quedaremos solos en la carrera y así será. Vuelvo a beber para quitar la sequedad de la boca y poner un poco de gasolina.
En la sexta, veo que este chico empieza a gemir y le cuesta mantener el ritmo que llevábamos. Por lo que, quizás sea la hora de aguantar y, como no voy forzando, decido apretar un poco a ver si puede aguantar.
Como pensaba, se queda atrás y a mi no me cuesta mantener el ritmo impuesto ni en las subidas, así que comienzo a sacarle distancia y para no preocuparme por lo que queda de carrera.
La última vuelta y media, sin bajar el ritmo, la hago relajado ya que no veo opciones de que acorten distancias.
Entro solo en el colegio y a unos 20 segundos entra el segundo.
Tiempo final 17’49».
Un placer ganar la carrera en el colegio de mi hijo y espero poder repetir victoria al año que viene.