Medio Maratón de Carabanchel
04/06/2023
Este año no puedo correr la Media Maratón del Escorial, así que busco una alternativa para acabar la temporada. Con suerte, está esta Media Maratón en Carabanchel que me permite apuntarme sin tenerme que buscar un viaje.
El día antes voy con mi hijo a recoger el dorsal al centro comercial Islazul, y más de 1h para retirar el papelito con el chip. Impresionante. Casi lo mismo que voy a tardar en correr la carrera se tarda en recoger el dorsal. Con esto ya casi tengo decidido que no vuelvo. Solo un día para recogerlo, en el quinto pino y con una cola impresionante combinada con falta de personal para las entregas.
La carrera empieza en el Puente de Toledo, va por Madrid Rio, entra por Carabanchel y vuelve a Madrid Rio para terminar.
El día de la carrera me desplazo en metro hasta Marqués de Vadillo, justo al lado de la salida. Con un partido de tenis duro el día anterior, el estómago con ardores esa noche y habiendo descansado poco, tengo ganas de todo menos de ponerme a correr.
Lo bueno es que la carrera comienza a las 8:30 horas y no hace calor. Pero de la desgana que tengo casi ni caliento. Troto unos 500 metros y estiro las piernas agarrotadas del tenis.
Me sitúo en mi cajón, dan el bocinazo y comenzamos la carrera calentando con una subida.
Tras una larga recta sin desnivel, aparece el Cementerio de San Isidro con una gran bajada al Parque del Manzanares. Esto pinta bien y no parece tan dura como pintaban. Aparte, volver a correr por el Manzanares me trae gratos recuerdos de hace años cuando me preparaba por aquí, enlazando con la Casa de Campo, las maratones. 8 o 10 años hace ya de eso…
Tras salir del parque, nos encontramos con la parte fea de la carrera, que va a ser la mayoría, ya que entramos por Carabanchel a callejear subiendo sin parar. Parece que solo hay cuestas arriba y no baja nada… Se debería compensar, ¿no? Estoy deseando saber dónde.
De momento estoy corriendo por sensaciones, y casi toda la carrera por debajo de los 4 min/km. ME siento bien y seguiré así, a ver si llego sobre 1h 25′ o 1h 30″.
En el kilómetro 10, entre subidas y más subidas, me empieza a molestar la uña del dedo gordo del pie izquierdo con la zapatilla. Muevo el pie, piso de otra forma, intento notar «algo» entre el calcetín y las zapatillas, pero nada. No hay manera. Me molesta bastante y no tiene buena pinta. Entonces veo que tengo dos opciones: 1) paro, me quito zapatatilla, veo si tengo algo y lo quito, o si no lo tengo, me las vuelvo a poner y me aguanto. 2) sigo, acelero e intento acabar lo antes posible.
Evidentemente, sabemos la opción que tomaré. Creo que no tardé ni un segundo en decidir. Entonces me tomo gel y por la carrera.
Con esto seguimos subiendo, entrando y saliendo de calles, adelantando a corredores, la uña molestando, pensando que seguro la pierdo tras esta carrera, y consumiendo kilómetros tras kilómetro con unas sensaciones muy buenas. Esta vez ni hago «amigos» en el trayecto.
Cuando me doy cuenta, estoy en la Ermita de San Isidro de nuevo con una cuesta abajo que compensa todas las subidas de la carrera. Igual son 500 metros de pendiente muy grande en la que me pongo a 2’20» el kilómetro bajando. De cabeza, sin casco y sin frenos. Bueno, al final tengo que frenar que me salto la última esquina y me salgo del recorrido.
Salgo al Parque del Manzanares de nuevo para hacer los últimos 500 metros de carrera el llano y terminar de sufrir el pie.
Con un tiempo de nuevo increíble para no haberlo preparado: 1h22′ y unas sensaciones buenísimas durante la carrera. Feliz día el de hoy.
Aquí aseguro que no vuelvo a correr.