Medio Maratón de Santander
14/05/2023

Tiempo: 1:34:43

Esta vez elegimos ir a Santander con un nuevo objetivo de carrera, que es entrenar a un amigo para intentar bajar de 1h30′: Roberto Ocaña.

Esta carrera es el fin de semana de mi cumpleaños, un día antes, por lo que es puente en Madrid y un buen destino para pasar el fin de semana largo.

Primera vez en esta Media Maratón que coincide con el Campeonato de España la milla, 5.000m y Media Maratón. Por ello y para hacerlo más plano, el circuito es de 3 vueltas por la zona del puerto marítimo.

El sábado, al ir a recoger los dorsales nos encontramos con la final absoluta masculina de la milla. Todo un espectáculo ver las velocidades que llevan estos chavales en un circuito también de 3 vueltas de algo más de 500m.

En principio dan lluvia para todos los días del fin de semana, pero nos hemos librado en todo momento de las tormentas que iban a caer, incluido el domingo por la mañana.

La carrera para mi va a ser fácil. El objetivo es controlar a Roberto para que vaya más tiempo a ritmo de 4’15» el km y no mucho más rápido. Tenemos que intentar terminar con el tiempo objetivo pero también con buenas sensaciones.

A la carrera vamos en coche desde el hotel Chiqui, al final del Sardinero, sobre todo por la vuelta si lloviera.

Llegamos con bastante tiempo. Aparcamos cerca de la salida y paseamos cerca del guardarropa, donde dejamos la mochila y nos tiempo a calentar un poco antes de empezar. La carrera pinta bien ya que hay muy pocos corredores y sin aglomeraciones.

Nos situamos al final del grupo del pelotón y dan la salida.

Comenzamos con ritmo rápido intentando escalar posiciones. En el primer kilómetro tengo que pararle los pies un poco a Roberto que va más rápido de la cuenta. ¿Ansias de llegar ya? Todavía queda, y aunque la carrera paso pronto, aún es muy larga. Lo intento frenar en varias ocasiones para no desgastar al principio.

Para nuestra sorpresa, el recorrido pasa por un túnel abierto al tráfico, lo que supone una subida y bajada de cuesta. No contábamos en ello y tampoco es muy pronunciada, pero serán seis cuestas arriba las que tengamos que lidiar.

En principio todo marchaba bien, pero en el kilómetro 5-6 noto que Roberto empieza a respirar forzando. Cuando le falla la respiración empieza a jadear, cosa que inicia en el kilómetro 6-7.

Le pregunto qué tal va. Me dice que tiene la hamburguesa de la cena en la garganta aún y que le falla la respiranción. Pequeño gran contratiempo.

En esos momentos hay que medirse bien y ver lo que le pasa a uno realmente. Esto es muy dificil de evaluar desde fuera, ya que no veo si es algo temporal o es que el cuerpo le está fallando. Le indico que se tome un gel. Algo de aporte extra no le puede sentar mal y es la única forma que tenemos de recuperar en carrera, con aporte energía y bebiendo agua.

Se toma el primero y esperamos a que le haga efecto. Que se lo haría, pero no vimos el resultado.

Seguimos a un ritmo más lento del deseado la segunda vuelta completa. Algunos tramos incluso cerca de los 5 minutos por kilómetro. El cuerpo no da de sí y está forzando para mantenerse. Yo intento animarlo pero, a menos que lo coja en hombros, el ritmo de sub 1h30′ no se puede seguir. Lo que queda ahora es intentar remar para acabar lo mejor posible.

A mitad de carrera intento cambiar el objetivo para ver si, pensando en hacer su mejor marca personal, cambiamos el chip mental y animamos al cuerpo, pero el cuerpo ha dicho basta y hay que respetar esa decisión sin forzar más de lo que se puede. Se toma otro gel para ver si hace efecto pero no tenemos el efecto marmita deseado.

Antes de acabar la segunda vuelta, nos doblan el primero de carrera. Yo le sigo durante unos 500 metros a 3 minutos el kilómetro, hasta que decido parar y volver a por Roberto. Mientras tanto, el cámara nos está grabando a los dos. Pura anécdota, no tiene más.

El resto de carrera es tirar de él para que no sea un suplicio e intentar tener en cuenta que este deporte es así y hay que disfrutarlo siempre, con objetivo cumplido o sin él. Y aunque los dos sabemos que no es lo mismo, al menos hay que intentar no perderlo.

Llegamos a meta en 1h34’43».

Muchas preguntan pasan por su cabeza y se cuestiona todo. Lo normal cuando se está en caliente y se buscan explicaciones donde no las hay.

La preparación la tenía. El día no. La experiencia se ha ganado. La próxima será diferente. ¿Mejor? No lo sabremos hasta que la corramos.

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