Que emoción de nuevo correr una carrera internacional fuera de España. Hacía años, con este periodo de menos actividad debido al COVID-19. Con el reto de correrla después de la intervención del corazón. Además, esta vez es la primera Media Maratón que corro fuera de España (sin contar Elvas).

Esta carrera no me la he preparado, como espero ir en adelante con las siguientes. Espero ir entorno a 1h 30′, pero dependerá de las sensaciones que vaya teniendo durante el recorrido, que es muy plano y nivel del mar. Todo ventajas a priori.

Hacía muchos años que no visitaba Lisboa y aprovechamos para ir desde el viernes (nos quedaos hasta el lunes) de turismo y disfrutando de esta preciosa ciudad. Encantado me tiene. Y, aunque vamos tranquilos y viendo cosas a ritmo de niño de 5 años, visitamos el acuario de la ciudad que es muy bonito y visita imprescindible para ir con peques.

El ´sábado recogemos el dorsal y visitamos el monumento a los conquistadores, que está al lado de los pabellones de entrega de la bolsa del corredor.

Para sorpresa mía, la carrera comienza a las 10:30 horas de la mañana (11:30 horas españolas). El fin de semana está siendo muy caluroso y a esa hora dan unos 30 grados, a los que hay que sumarles la humedad del mar. Nos vamos a asar.

El día de la carrera me levanto muy descansado y parto pronto para la estación de metro, que lleva a un cercanías para ir al otro lado del puente del 25 de Abril, donde hay que andar más de un kilómetro para llegar a la salida. Toda una aventura esta del viaje para empezar a correr y casi una hora de camino desde el centro de la ciudad.

En el metro y tren conozco a corredores de Barcelona, Cáceres, Madrid, Málaga… y vamos hablando durante el camino tanto de correr como de Cáceres, Badajoz y alrededores.

Cuando llego a la salida, dan el pistoletazo directamente. La gente aún no se ha preparado para salir y muchos ni han llegado a la línea donde comienza la carrera al inicio del puente.

El inicio es precioso. Cruzando el puente 25 de Abril, viendo el mar a ambos lados, por debajo de los pies y enfrente la ciudad al completo. Un verdadero disfrute para los ojos que tomo como calentamiento de la carrera.

Al final del puente hay un excalestric de bajada que hago volando y adelantando a multitud de corredores.

Nos dirigimos dirección Plaza del Comercio (aunque no llegamos) y aquí ya se va notando el calor. Tanto que incluso los bomberos están regando a los participantes de la carrera para sobrellevar la solana que nos está cayendo, porque, entre otras cosas, sobras hay pocas durante el recorrido.

En este momento decido que no voy a forzar nada. Que contra el calor y la humedad (con esta última ya tengo malas experiencias) no se debe luchar. Solamente tenerla en cuenta y adaptar el ritmo de carrera a lo que el ambiente permita. Por lo que si hago más tiempo del esperado también será buena marca.

Un poco antes de girar 180 grados para volver sobre el mismo recorrido, están Pedro y Carmen animando. Me acerco y les doy un beso. Que menos!

Ahora toca volver por la misma avenida, diferente carril, menos sombra y sin chorrazo de bomberos. Allá vamos. Dirección Torre de Belén.

El sola calienta de lo lindo. Los avituallamientos sirven tanto para beber como para verter el resto del agua en cabeza y muñecas. Voy buscando sombras de puentes, de árboles… algo para evadirme de la que está cayendo.

Algunos corredores empiezan a quedarse. Algunos parados bajo algún puente con síntomas de deshidratación o mareos.

El final del paseo el bastante feo, ya pasada la Torre de Belén. Vamos al lado del mar pero sin ver mucho. Por una zona alejada de la ciudad y un barrio un poco desaliñado. Encima con la única cuesta arriba de la carrera antes de dar media vuelta y correr los últimos 4 kilómetros de la carrera.

La media vuelta se hace cuesta abajo. Sin mucha inclinación pero se agradece haber pasado esa pequeña pendiente de uno o dos kilómetros al final y con calor.

Enfilamos la vuelta de nuevo para terminar la carrera sonriendo y sin apretar absolutamente nada. Ya el tiempo me da igual. Quiero entrar sonriendo y disfrutando.

Se ve el monumento a los conquistadores y con eso estará cerca el final de la carrera. Saco el móvil y decido grabarme entrando en meta.

Entro grabando y hablando al vídeo y con muy buenas sensaciones. Finalmente hice 1h:32’27». Muy contento con la marca.

Me ha encantado retomar estas experiencias de carreras fuera de España. Me ha encantado hacerlo con una Media Maratón. Me ha encantado Lisboa. ¿Volveré a correrla? No lo sé, hay muchas pendientes por el mundo, pero esta está muy cerca. Esta es Lisboa.

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