31 Medio Maratón Badajoz Elvas13/10/2019
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La media maratón Badajoz Elvas es otra carrera que llevaba años tras ella. Nunca coincidía un viaje a Badajoz con la prueba, o los años anteriores priorizaba la Media Maratón Elvas Badajoz. Tenia mucha curiosidad por la prueba inversa, donde, en principio mucho más dura por tener que subir la gran cuesta de entrada a Elvas y con muchos menos participación.
Este año cambiaron el recorrido y podría ser más liviana. Al final de la prueba lo confirmaremos.
A la carrera lo precede un fin de semana sin descanso, en el que la noche anterior me acuesto muy tarde y con alguna cerveza y vino encima…por lo que me levanto el domingo bastante cansado. De todas formas, el objetivo es disfrutar y terminarla lo mejor posible, sea cual sea el timempo, aunque estimo hacerla en torno a 1h25′.
Me levanto a las 8:30h, desayuno, hago maleta para el viaje de vuelta a Madrid, me visto, voy a por dorsal, recojo al peque en casa de mi madre y lo llevo a casa, me pongo dorsal y… a la carrera que quedan 15 minutos para empezar.
Con eso caliento un poco en la avenida de Huelva, donde se producirá la salida a las 10:30 horas.
El pistoletazo es puntual. Salgo adelantando y cogiendo posiciones a 3’30». Vamos por la Avenida Villanueva, pasamos la autopista y, antes de llegar a los Salesianos, torcemos a la derecha hasta el Moñino. De ahí al paseo fluvial y cruzamos el Puente de la Universidad. Torcemos a la izquierda y ya todo recto hasta Portugal. Llevo el coche del primero a escasos 100 metros, pero me quiero olvidar de él ya que no es ni por asomo el objetivo.
De momento todo el ritmo lo he llevado por debajo de lo previsto, sobre 3’50». Me encuentro fuerte y lo estoy aprovechando, y aunque soy consciente que me he levantado cansado y debo condurar las fuerzas, la cabeza me pide mantener la velocidad. Velocidad en la que me encuentro muy cómodo.
Así pasamos por delante de Conquistadores, El faro y nos dirigimos haciala frontera, donde he adelantado a varios corredores. Pasamos a Portugal, y de momento el recorrido se me hace mucho más liviano que el inverso, ya que cualquier desnivel es favorable.
Las piernas siguen aguantando. Los 9 primeros kilómetros a 3’50». Me sigo viendo muy fuerte y creo que puedo aguantar más al mismo nivel.
Ya en Portugal, tengo a 4 corredores a la vista que espero ir recortando distancia. Otro que no esperaba, para de correr, por lo que podría incluso meterme entre los 10 primeros.
Desde el cambio de país, los avituallamientos son más frecuentes, cada 3 o 4 kilómetros, lo que ayuda mucho a llevar la carrera, y eso que no hace excesivo calor ya que está nublado. Alguno incluso con esponjas.
Paralelo a la autovía adelanto a otro corredor. Intento mantenerme detrás al rebufo, pero aguanto unos pocos metros. No es mi ritmo y lo tengo que adelantar. Ahora tengo a otro a la vista que se ha unido a una pareja de corredores. A por ellos…
Unos se descuelga del trío y lo cojo en una zona de cuesta arriba, seguida de varias bajadas. Me ocurre lo mismos con su ritmo y ni intento mantenerlo. Antes de llegar al inicio de la cuesta d e Elvas ya le saco una buena distancia.
Cuando entramos en el inicio de la cuesta de entrada a Elvas, asimilada ya la subida de la gran cuesta, casi al verla para afrontarla, nos desvían a la derecha, por una nacional de entrada a la ciudad que trascurre entre chalets y naves industriales. Y de momento sin ninguna pendiente. Esto sería sobre el kilómetro 15. Aún quedan 6 y no se de donde los van a sacar. Las fuerzas ya se ven aturdidas. Ya me empieza a pasar factura la falta de descanso. Los dos que veo delante se me hace imposible pensar en darles caza.
A falta de 4 kilómetros ya empiezan las pendientes. Es el momento de mantener la distancia con el de atrás justa para no hacer un gran esfuerzo y seguir disfrutando de la carrera.
Según pasan los metros se va inclinando más el recorrido. Alguna pendientes son duras, aunque siempre hay algún repecho para reponerse antes de la siguiente. Vamos subiendo sin parar.
Tras una gran cuesta en una avenida, pasamos una rotonda, una cuesta abjo y… ¡se ve el estadio de atletismo! ¡Alegría! ¡Ya estoy casi terminando!
Solamente queda entrar, doy dos vueltas a la pista, mas feliz que una perdiz y termino sonriendo, contento y con buenísimas sensaciones, incluso apretando durante la última vuelta.
Tiempo final: 1h22’28».
Un tiempazo nada esperado y sin forzar durante la carrera. ¡Ole! Que placer el disfrutar del atletismo y dejar de competir siempre.
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