18 Medio Maratón de San Lorenzo del Escorial 24/06/2019
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Por fin me decido y puedo organizarme para correr esta carrera. Llevaba un par de años intentando ir pero no fue posible. Este año, que en principio íbamos a ir a pasar el fin de semana, termino yendo y viniendo solo el mismo día. Otra experiencia nueva. Veni, vidi, vini (eso espero).
El domingo me levanto a las 7 de la mañana con todo el material preparado: desayuno y ropa para el viaje y carrera.
Con la carretera casi vacía a esa hora, llego en unos 40 minutos a El Escorial. El polideportivo de salida y llegada está cerca de la entrada por la carretera nacional, con un centro comercial enfrente donde se aparca fácilmente.
Llego con tiempo de sobra para retirar dorsal, andar por la zona, ver ambiente, calentar…y hasta no saber qué hacer.
El ambiente es el mismo que una carrera de montaña, con no muchos corredores, entorno sano y muy animado.
Dan la salida a las 9:30 y comenzamos con un sube baja de más de un kilómetro. Luego bajada hasta el kilómetro 3. De momento, estos los he realizado muy rápidos, con un veterano de la carrera, que me indica cómo es la subida y cerca de la cabeza de carrera, teniendo muy buenas sensaciones. Los tres primeros por debajo de 4 min/km.
Ahora comienza lo duro. Kilómetro 3 hasta el 9. Pendiente hacia arriba en zig zag. Al poco comienza la carretera de culebra, con 14 curvas de 360 grados que hacen pararte cada vez que hay que girar.
Aguanto corriendo hasta el kilómetro 5 y decido que es mejor andar un poco. A este ritmo no aguanto 6 kilómetros. Me cuesta correr por encima de 5:30 km/h. Es un ritmo muy lento para mi y no estoy acostumbrado, por lo que necesito intercambiar con andar. Ando deprisa y alterno corriendo. Me adelantan corredores cuando ando y los vuelvo a coger cuando corro. Tampoco pierdo tanto y me va compensando.
Cuando llego al kilómetro 8, la cuesta empieza a ser mucho más llevadera. Esto ya es otra cosa. Termina el zig-zag y se inclina solo un poco hasta llegar al final de la subida y carretera asfaltada. Me animo un poco y cojo buen ritmo en ese último kilómetro de subida con unas vistas impresionantes de El Escorial.
En el kilómetro 9 cambia el perfil. Deseando este momento, me tiro cuesta abajo literalmente. Empiezo a adelantar a corredores a un ritmo por debajo de los 3 min/km. La cuenta atrás se acelera y van descendiendo rápidamente la distancia para llegar a meta. Aunque estos solo dura unos 4 kilómetros
Ahora comienzan los toboganes. Hay mucha bajada, pero, de vez en cuando, hay algún repecho que te destroza las piernas y no deja recuperar del todo al corazón. Literalmente una paliza para ser media maratón de asfalto.
Damos vuelas alrededor del centro por todos lados, o eso da la sensación corriendo. Entradas y salidas a El Escorial a urbanizaciones cercanas, donde cada vez que hay un giro, te encuentras con una cuesta arriba. Incluso, con muchos voluntarios que nos guían, hay calles donde no están cortadas al tráfico, y los coches van despacio detrás de corredores.
El público animando desde sus casas en las urbanizaciones. Incluso un señor ofrecía un riego gratis al pasar por su fachada. Me vino tan bien que le lancé un abrazo. Yo sigo a lo mío y sigo adelantando algún corredor que otro.
A pocos metros de la meta, y con las piernas un poco cargadas, decido no forzar más, que luego tengo que coger el coche de vuelta y quiero ir tranquilo conduciendo. Un aficionado me dice que voy de los primeros. Tampoco será para tanto.
El último kilómetro lo hago relajado, aunque cercano a los 4 min/km. Incluso dejo a un corredor entrar, que estuve hablando unos metros con él y que iba a recoger a su hijo para entrar en meta juntos.
Entro con muy buenas sensaciones, siendo una carrera más dura de lo que pensaba (no con tanta cantidad de cuestas en la segunda parte del recorrido) y con un tiempo de 1:31:39. Muy contento de haber corrido esta carrera y libre por estar a mi aire todo el tiempo.
Ahora queda estirar muy bien, reponerse de comida (aparte de un plátano, vaya cantidad de sandía que engullo) y bebida.
Lo último es que hablo con el ganador, que es un africano que parece que pasaba por allí y ha corrido unos metros… vaya crack. Recojo el cuerpo y de vuelta a la casa.
Como sorpresa, el día siguiente lunes, veo la clasificación y he quedado en el puesto 15!!! Madre mía. Y eso que ni iba preparado para la carrera ni he apretado. Creo que vuelvo en un par de años, que cambio de categoría y hago podio seguro.
Gracias, El Escorial.
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