XVII Medio Maratón de Madrid02/04/2017
Multimedia
Tercera Media Maratón en tres fines de semana consecutivos (tras Zamora y MAMOCU), y cuarta vez que corro la Media Maratón de Madrid. En esta edición hay 26.000 inscritos.
Tengo ganas de volver a correr en la capital, pero las piernas aún no se han recuperado del todo de la carrera en Cuenca. Hasta el viernes estuve con agujetas y con sensación de carga.
El objetivo es bajar mi tiempo en esta carrera de 1h 27′, y poder disfrutarla con buenas sensaciones.
El domingo por la mañana me levanto con tiempo para vestirme, desayunar e irme tranquilamente en metro al ropero a dejar la mochila. Por la mañana hace bastante fresco. Me bajo en Velázquez y voy trotando hacia el Retiro. Hay un ambientazo entorno al parque bastante grande. De camino al guardarropa me encuentro con varios corredores de Coentrena (Luis y Belén, África, Carmen, Carlos…) y vamos todos a la estatua de Velázquez, en el Museo del Prado, donde hemos quedado los Coentrena para vernos antes de la carrera. Allí ampliamos el grupo, y tras unos minutos saludando, me dirijo al primer cajón para comenzar la carrera.
Da gusto salir en esta posición. Estar al lado de la élite. Ver cómo calientan, las sensaciones que trasmiten, la concentración del inicio, el ambiente con casi 26.000 personas a las espaldas…
Nos bajamos a la tierra. Hora de calentar articulaciones, calentar pulmones, pensar en la carrera y comenzar a sentir las sensaciones que nos trasmite el cuerpo. A las 9h salen las handbike.
A las 9:05 en punto, dan el pistoletazo de salida (sin avisar ni nada) y salimos todos disparados. Que velocidad la inicial. En pocos metros comienzo a rebajar intensidad y me comienzan a adelantar muchos corredores que siguen empíricos tras la salida. Tras llegar al edificio de correos, torcemos a la derecha para subir a la Puerta de Alcalá. La subida se hace dura, bajo el ritmo pero veo que cuesta subir. No muy buenas sensaciones en este comienzo, así que vuelvo a bajar ritmo y me mantengo sobre los 4’15».
Torcemos a la calle Velázquez y seguimos subiendo hasta Diego de León. Me alcanza el globo de 1h25′. Las piernas no tienen la fuerza necesaria para tirar del cuerpo como pide la cabeza. Sigo su ritmo durante toda la calle y sigo con él hasta Diego de León. Ya hay corredores parados por la intensidad de la salida. Aguanto con el globo hasta Almagro y repongo en la bajada hasta Alonso Martinez. Comienza la subida de Santa Engracia. Esta si que es dura. Bajo el ritmo aún más. No miro ni el reloj para no hostigarme.
Una vez subida la primera cuesta, sigo corriendo para recuperar pulsaciones. Las tengo que tener por las nubes. Aguanto 5 kilómetros, 6 kilómetros… y me paro a tomar un gel. Ando 20 segundos y sigo corriendo. Primera parada. Pienso que he aguantado más que el año pasado (no es buena señal) y que me queda mucho aún por subir.
Recupero pulso. Las piernas no se recuperan y me dicen que están hartas de tanta subida. Antes de Cuatro Caminos ando de nuevo para recuperar unos 30 segundos.
La subida hasta Plaza Castilla se hace larga. Mucha pendiente acumulada y las piernas cargas. De todas formas aguanto hasta arriba sin parar, deseando llegar al avituallamiento para refrescarme un poco y comenzar con la bajada.
En la Avenida Pio XII hay un accidente de una handbike que atropella a un corredor. La supuesta bajada se hace también larga. Hay muchos sube-bajas durante Príncipe de Vergara. Me sigue costando mantenerme y paro un par de veces para reponer pulsaciones. Al globo de 1h25′ ni lo veo ya. Deseando estoy de acabar la carrera.
Por fin llegamos a O’Donell. Pasamos por la puerta del retiro con más ganas de entrar que de darle la vuelta. La bajada también se hace dura. No sé porqué intento seguir el ritmo de 1h25′ cuando las piernas no están funcionando como querría, pero seguir así me hace pararme otra vez, y cuesta abajo.
En Alfonso XII subo un minuto andando. Aquí si que no hay necesidad de apretar, de seguir forzando. Me anima mucha gente. Detrás de cada corredor y de cada carrera hay una historia diferente, un recorrido muy distinto. Empiezo a reír de nuevo. Cuesta arriba y sufriendo.
Me alcanza el globo de 1h30′. Hasta aquí podíamos llegar. Este si que no se me escapa. Sigo a su lado durante más de un kilómetro hasta llegar a la entrada del Retiro. Al poco los adelanto y me preparo para entrar en meta. Busco a Carmen y Pedro. No los veo. Se me hace más cruda la llegada… La meta se ve al fondo y reduzco el paso para entrar corriendo, pero tranquilamente.
Entro en 1h 29′ 54″. Nada cerca de mi objetivo de bajar tiempo. Nada cerca de disfrutar de la carrera. Pero con otra lección aprendida en carrera: el cuerpo no aguanta todo lo que la cabeza quiere disponer de él. El exceso de tres medias maratones seguidas, con una de montaña por medio, lo he pagado en la última.
Al terminar, nos reunimos el equipo Coentrena y compartimos sensaciones, gracias y vivencias en carrera. Da gusto estar junto a estas personas de esta gran familia.
No sé si correré al año que viene esta carrera. Las sensaciones no han sido buenas, el recorrido no es nada agradable y es muy incómodo… pero tengo la espinita clavada de terminarlo en menos de 1h25′. Queda aún un año para ello y mucho camino que recorrer.
¡Hasta la próxima!
___________________________________________________________
Multimedia