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Coincidiendo con mi estancia en Badajoz a la espera del nacimiento de mi hijo Pedro, se celebraba la primera carrera por la diversidad, con dos pruebas de 5 y 10km. Una buena opción para un domingo de esperas.
La carrera comienza a las 10 de la mañana en la Plaza alta, con un sol radiante que denota el calor que va a hacer durante la carrera.
Sin ánimo de hacer muy buen tiempo, me posiciono de los primeros en la salida, ya que tras ponerse uno el dorsal le entra el gusanillo de la competitividad consigo mismo por si el cuerpo responde mejor de lo esperado.
La salida es rápida bajando la cuesta hacia el Convento de las Adoratrices. Las dos carreras de 5 y 10K salen al kismo tiempo, por lo que hay que tener cuidado de no dejarse llevar por los ritmos de los 5.000. De aquí vamos a Puerta Palma manteniéndome en la cabeza de carrera con un pequeño grupo. Cruzamos el Puente de Palmas y ya comienzan a distanciarse algún corredor de un grupo de 6 u 8. Al terminar el puente, torcemos a la edrecha para bajar al Parque del Guadiana. Antes de la entrada está la separación de los corredores de 5 y 10K.
Mi sorpresa viene cuando empiezan a darla vuelta todos los corredores menos dos. Con esto, voy tercero en la carrera entrando en el parque. Éstos me sacan apenas 10 metros, pero se notan que van muy fuertes. Por detrás hay un chico que está a unos 100m. Me fijo en sus piernas y en su planta, estando seguro que no tardará en cogerme (luego le pregunté y tenía 21 años…). Al quinto apenas se le ve.
Aguanté al menos un par de kilómetros más siendo tercero hasta que me cogió. Luego otro kilómetro siguiendo su ritmo hasta que me di cuenta que esa no era mi carrera. Hacía mucho calor, corríamos a pleno sol, y tenía que mantener mi ritmo.
Tras dar la vuelta al paque, subimos por la misma cuesta hacia el Puente de Palmas. Ya corría solo. El tercero iba aumentando distancia poco a poco y al quinto le sacaba unos 300m. Luego viramos a la izquierda hacia circunvalación, donde el sol castigaba bastante, pero ya quedaban apenas dos kilómetros para terminar. Al quinto, mirando para atrás, ni lo veía. Así que bajé un poco el ritmo, para no forzar antes de la cuesta de subida a meta y para paliar el calor que me estaba haciendo sufrir.
La cuesta la subí con fuerzas y con ganas de terminar, pero sin forzar más de la cuenta, ya que tenía la cuarta plaza asegurada.
Cuarto el un 10.000 ha sido mi mejor posición en una carrera de hasta la fecha con un discreto 37:25 de tiempo por el calor durante la carrera, y medalla por categoría. Como mala sorpresa, aunque en las bases se contemplaban premios por categorías, llevan medallas solamente para los 3 primeros de la general. La organización deja mucho que desear y espero no organicen una segunda edición.

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