38 Maratón de Barcelona
13/03/2016
Multimedia
Este va a ser el reto deportivo más importante de mi vida a fecha de hoy. El año anterior corrí mi primera maratón en Madrid con el objetivo de acabarla dignamente, y tras terminarla dije que no volvería a hacerlo. Este año me ha picado el gusanillo de volver a sentir la experiencia de otra Maratón, pero ahora con el reto de bajar de las 3h.
A mediados de septiembre comencé a darle vueltas a la carrera, y se fue prolongando hasta que a mediados de Noviembre realicé la inscripción. Poco a poco se iba entrando en la cabeza el poder bajar de 3h y cumplir un objetivo impensable para mí hace muy pocos años. Como espero un hijo a mediados de 2016, era otra excusa para afrontar este reto antes, por tener mayor disponibilidad de tiempo ahora. Cualquier punto a favor lo utilizaba para convencerme a correrla.
Comencé la preparación en Diciembre, justo en la semana de Navidad. Tenía por medio dos meses y medio para realizar un buen entrenamiento que me permitiese lograr la marca, así que Óscar de Las Mozas (Coentrena) me hizo el planning y me preparé para sufrir. El entrenamiento, que es la parte que todo el mundo teme más a la hora de afrontar una maratón, ha sido bastante más duro que el año anterior física y psicológicamente: con 4 sesiones de carrera por semana, tiradas de unos 15 kilómetros, incluso cuando hacía series o series en cuesta, algunas carreras largas con sesiones de entrenamiento de grupo incluidas, una visita al gimnasio semanal para fortalecer las piernas, mucha cantidad de pasta… El último mes no lo disfruté absolutamente nada, era más una obligación el salir a correr que disfrutar ese momento de desconexión y deporte. Las jornadas de gym no acompañaban a motivarme, y el cansancio continuo tampoco. Estaba deseando que llegara la fecha de la carrera para poder pasar página.
La semana de la maratón disminuí los entrenamientos y comenzó a compensarse con los nervios al acercarse la fecha.
El objetivo es bajar de 3h, unos 4’18» el kilómetro, pero con el entrenamiento que he realizado, se perfectamente que puedo hacer en 2h50′ o 2h55′. Es decir, entre 4’02» y 4’10» el kilómetro. Por precaución, llevaré un ritmo de unos 4’10» para intentar hacer el tiempo medio.
El viernes partimos a Barcelona para estar tranquilos el fin de semana y dar una vuelta por la cuidad. Nos quedamos en el hotel Villaroel, que estaba a poco más de un kilómetro de la salida en Plaza de España. Moli, un amigue de Barcelona que también corría, fue a recoger el dorsal el viernes, por lo que me evité los nervios de la feria del corredor. Incluso así, y tras un sábado muy tranquilo, no paraba de comer carbohidratos y beber agua para hidratarme bien.
El domingo de la carrera me desperté para ir con tiempo. Desayuné un plátano y un par de barritas energéticas de chocolate. Me escribí en el antebrazo a bolígrafo los tiempos máximo y mínimo para lograr mi marca de 3h o de 2h50′.
Salí del hotel para encontrarme con Moli antes de la carrera y calentar un poco, aunque al poco entramos cada uno en su cajón de salida. A mí me correspondía el primer cajón, con todos lo plusmarquistas y profesionales. Es un lujo estar aquí en la segunda maratón, aunque me puse por la mitad del cajón para ir tranquilo al ritmo que me había propuesto.
El tiempo era perfecto: hacía sol pero no calor. Corría una leve brisa que refrescaba pero sin llegar a ser un aire molesto o que parara la velocidad. Ideal para un buen día de running.
La salida era impresionante en Plaza de España, con el Museo de Arte Contemporáneo detrás y sus escalinatas. El comienzo, con pistoletazo de Ada Colau, fue muy rápido. En seguida tuve que tirar de freno para asentarme a mi ritmo de carrera, ya que el cuerpo me pedía más velocidad (normal con tantas series). En el tercer kilómetro cogí velocidad de crucero. Solamente me quedaba mantenerla otros 40km.
De Plaza de España fuimos por Sants. El ritmo es muy cómodo y miro todo el tiempo el reloj para no ir más rápido de lo que debo. Los 5 primeros kilómetros se pasan volando. Es muy pronto aún y estoy disfrutando del gran ambiente que hay en la ciudad animando y acogiendo a los corredores.
Llegamos a la ciudad deportiva del Barcelona en el kilómetro 6 y más delante, por la Travesera de les Corts, pasamos por el Camp Nou, que lo rodeamos con una vista panorámica de todo el estadio. Aquí había algunas cuestas pero de poca inclinación que animaban un poco el recorrido.
Entramos en la Diagonal hacia Ugell, llegando al kilómetro 10 muy fresco y en el tiempo perfecto para lograr mi marca. Ya llevaba un cuarto de la carrera y las sensaciones eran muy buenas. Todavía seguía sumando kilómetros. Torcemos por la calle Tarragona para dar a las traseras de la plaza de toros y desembocar en Gran Vía.
En la Gran Vía, en el kilómetro 13, sabía que estaba Carmen, ya que estaba al lado del hotel y me hacía mucha ilusión verla cuando llevaba casi un tercio de carrera. Mientras Carmen estaba grabando con el móvil y chocamos la mano al pasar. Este tercio se pasó volando, aún estaba en zona de carrera que controlaba. Sobre este tramo me tomé el primer gel para prevenir y alimentarme un poco.
Por el Paseo de Gracia pasamos al lado de La Pedrera y torcimos a la calle Roselló. Ya acumulaba 15 kilómetros e iba fresco. Sabía que podía aumentar un poco el ritmo pero la maratón me da mucho respeto y quería ser prudente para ahorrar fuerzas por si las necesitaba.
Era impresionante la cantidad de gente animando. Como en el dorsal estaba escrito el nombre del corredor, escuchaba muy a menudo un ¡Vamos Juan!, cosa que la primera vez me desconcertó hasta que me di cuenta de porqué era…
Al torcer en Serdenya, pasamos al lado de la Sagrada Familia. Inevitable recorrer toda la calle mirando hacia arriba. Una preciosidad. Un animador en la calle gritaba con un micrófono mi nombre y me animaba. Ja, esto sí que es bueno.
Seguimos por Valencia y la Meridiana para llegar al kilómetro 20 en su cumbre. Esta última de ida y vuelta, lo que permite ver a los primeros de la carrera marcando un ritmo muy alto. Que ganas de ponerme a su lado y ver cuánto aguanto.
Estuve bebiendo en todos los avituallamientos, por lo que me entraron ganas de evacuar todo el líquido que tenía dentro, ya que tampoco sudaba mucho. Me lo pensé al menos dos kilómetros antes de parar, tenía miedo de no volver a arrancar, aunque tras 22 kilómetros ya estaba acostumbrado a cambiar de ritmos e incluso andar y seguir corriendo. Así que mejor hacer pis que ir aguantando el resto de carrera incómodo.
Al llegar a la mitad de la Maratón, el recorrido pasó por Gran Vía de nuevo pero en el otro extremo de la cuidad. Este recorrido que quedaba para terminar era el mismo que el de la Mitja Maratón, por lo que me lo conocía del año anterior. Era el momento de comenzar a restar kilómetros en vez de ir sumando, ya era la tan deseada cuenta atrás de los 42k!
Tenía la motivación extra de saber que en el 28 estaría de nuevo Carmen y mi grupo de seguidoras animando como unas campeonas. Esto me daba mucha fuerza y me hacía pensar más en llegar a este punto que en la distancia total de la carrera. Me tomo otro gel sobre el km 26 para alimentarme un poco y prevenir.
De la Rambla Prim pasamos a Diagonal. Esta también era de ida y vuelta. La parte de ida, desde el inicio de la avenida en el kilómetro 26 se me hizo larguísima. Está deseando ver a Carmen pero la avenida no tenía fin (unos 2,5km en recta). Cuando llego al punto donde más o menos esperaba verla, estaba con Mónica, Anna y con un cartel de ánimo papá que me llenó de emoción a verlo, no me lo creía, y corro como aturdido de la emoción. Sé que en el carril de vuelta estarán de nuevo y solo queda un kilómetro. Están las 3 con el cartel y le toco la barriga al pasar, para saludar a Carmen y al niño.
Esto es el kilómetro 29 y llevo dos tercios de carrera. Sigo muy bien de sensaciones, el cuerpo no lo noto cansado y veo que solo queda el último estirón para terminar la gesta. Son solo 13 kilómetros y eso es un entrenamiento de cualquier día. Repaso toda la carrera hasta el momento y veo que voy a poder con ello. Solo espero que no me falle ningún músculo, porque la cabeza va controlando la carrera perfectamente. El muro del kilómetro 30 lo he roto al pasar con las sensaciones que me han regalado mis 3 grandes animadoras.
Pasamos por el Forum y entramos en la Avenida del Litoral en el kilómetro 33. Se comienza a ver el mar. El recorrido es precioso en todo momento y se intercambia callejeo, avenidas grandes, monumentos, playa…hace que la cabeza se distraiga del objetivo y se disfrute de la carrera. Ya solo quedan menos de 10km. Parece mentira llegar a este punto a este ritmo.
Dejamos las Torres Mapfre a la izquierda y nos dirigimos a la Ciudadella. Son los kilómetros 34 a 36. Aquí comienza a entrarme un poco de miedo que con lo recorrido hasta ahora me fallase algún músculo. Hay ya corredores parados que no pueden seguir y es algo más que respeto lo que siento por lo que me queda. Aun así es el momento de animar a todo el que se está quedando por el camino.
Entre el 35 y el 36, pasando por la Ciudadella, se me va la señal de GPS del reloj. Le doy unos segundos por si vuelve, pero nada. Empiezo a maldecir durante unos 500 metros, hasta que veo que es absurdo, que no puedo ponerme nervioso por esto estando tan cerca de la meta. Llevo 35 km al mismo ritmo y lo único que tengo que hacer es seguir con ello durante otros 7. Esto no puede ser un problema.
Pasando por el Arc del Triomf, le pregunto a otro corredor, que lleva más o menos mi ritmo, que a cuanto iba, por si me acoplaba a su velocidad lo que me quedaba. Me dice que: «A 4’15», para tener un margen por si pasa algo y si Dios quiere llegar en menos de 3h». Me tocó la fibra y pienso: si quiero llego en menos de 3h, Dios no tiene nada que ver. Y le contesté que lo único que podía pasar es que hubiera que esprintar al final de la carrera. Con esas decidí que cuanto menos tiempo estuviera corriendo en lo que quedaba de carrera iba a ser mejor para mi cabeza, siempre controlando según me indicara el cuerpo. Así que lo dejé atrás y aceleré un poco.
La parte que quedaba de recorrido era muy bonita: Plaza Cataluña, Vía Laietana, Plaza de Colón y El Paralel. En cada kilómetro había indicaciones, por lo que cada 4 minutos estaba controlada la carrera. En estos 5 últimos kilómetros veía que me quedaban muchas fuerzas. Había aumentado el ritmo, iba muy muy bien y no dejaba de adelantar corredores. Estaba motivándome cada vez más. Veía el final cada vez más cerca.
Cada vez tenía más claro que lo iba a conseguir. Me estaba viniendo arriba y sonriendo cada vez que daba un paso.
Pasamos por la Plaza de Colón después del 39. Ya no quedaba nada. Seguía con mi esprint controlado. Seguía animando a corredores. Me hacía un chequeo mental de los músculos de las piernas cada poco para comprobar que todo el engranaje funcionaba bien.
Solo quedaba Paralel-lel y la recta de la Avenida de la Reina María Cristina para acabar. Estos dos últimos kilómetros se me hicieron cortos. Comencé a buscar a Carmen entre la recta del Paralel-lel, y estaba gritándome en la intersección con la recta de llegada. Otra vez emocionado.
Los últimos 200 metros los hice casi al sprint. Vi que entraba en 2h55′ y que estaba conseguido. Comencé a levantar los brazos y no dejaba de hacerlo. ¡Lo había logrado! ¡Había bajado de 3h! ¡Había corrido una maratón en 2h55»8″! Me sentía el hombre más feliz del mundo.
Tras pasar por meta, seguía levantando los brazos, haciendo guiños a las cámaras, riendo y disfrutando de la llegada. Estaba seguro que lo iba a conseguir, solo faltaba lo más importante, que era hacerlo.
Intenté trotar un poco para bajar pulsaciones pero el cuerpo me pedía seguir corriendo, y después de lo que llevaba encima, decidí ser más coherente y relajarme, asimilar lo que había hecho y sobre todo estirar e hidratarme. Todo sin prisa pero sin pausa ya que quería pasar por el fisio y que me relajara un poco las piernas. No hay nada como un masaje a 4 manos para aliviar el peso de 42km.
De ahí a ver a Carmen, el gran bombo y mis seguidoras de Barcelona (todo un lujo, por cierto). Vamos a por unos calsots para celebrarlo!
El resumen oficial de la web de la carrera fue el siguiente:
La multitudinaria Zurich Marató de Barcelona, con récord de 20.287 participantes inscritos, ha celebrado también el récord femenino de la prueba gracias a la sensacional actuación de la atleta keniana Valary Jemeli Aiyabei, con un tiempo de 2 horas 25 minutos y 26 segundos. La victoria absoluta ha sido para el gran favorito, el etíope Dino Safir, con un registro de 2.09.31, en una jornada con un magnífico ambiente festivo en la ciudad.
Espectacular 38 edición de la Zurich Marató de Barcelona, con récord femenino de la prueba conseguido por Valary Jemeli Aiyabei que ha puesto el colofón a la edición más numerosa de la historia de la carrera, con un total de 20.287 que sitúan a la capital catalana entre los cinco maratones europeos más importantes. La alcaldesa de la ciudad, Ada Colau y la comisionada de deportes del ayuntamiento, Marta Carranza, han dado el pistoletazo de salida de la prueba en un día con una temperatura y clima ideal para afrontar los 42,195 kilómetros, en el que sólo se ha tenido que lamentar el viento que ha impedido mejorar aún más las marcas. El etíope Dino Safir, gran aspirante al triunfo final, ha hecho bueno su papel de favorito y ha superado a la legión de kenianos que le disputaba el triunfo. Safir ha ganado con un tiempo de 2:09:31, la novena mejor marca histórica de la carrera, por delante de los kenianos Albert Korir (2:10:08) y Jafred Chirchir Kipchumba (2:10:23). El recorrido de la 38 edición de la prueba ha visitado los lugares más emblemáticos de la capital catalana, como el Camp Nou, la Pedrera, la Sagrada Familia, el Pont de Calatrava, el Fòrum, el Front Marítim, Colón o el Arco de Triunfo. Un trazado rápido pero de gran belleza para que todos los participantes pudieran disfrutar al máximo de Barcelona. Además, los 52 puntos de animación repartidos a lo largo de todo el recorrido –más de uno por kilómetro- han dado alas a los participantes y han convertido la ciudad en toda una fiesta ciudadana viviendo de cerca el atletismo y apoyando a los maratonianos. La carrera se ha desarrollado con el esperado dominio de los atletas kenianos y etíopes. En el paso por el kilómetro 10, en 30 minutos y 33 segundos, los africanos ya copaban las primeras 20 posiciones. El paso por el medio maratón, en la Meridiana, ha sido encabezado por un nutrido grupo de 11 atletas, entre los que se encontraban los máximos favoritos, con un tiempo de 1:04:20, un registro notable para afrontar la segunda mitad de la prueba. En féminas, la keniana Valary Jemely ha roto la carrera en el kilómetro 19 y ya corría en solitario en el medio maratón con un tiempo de 1:13:01, gracias al excelente trabajo de su liebre, el británico Tom Payne, que la ha llevado hasta la línea de meta. En la zona del Fórum, y a partir del kilómetro 33, Safir ha incrementado el ritmo y se ha escapado hacia la victoria. “Es la primera vez que estoy en Barcelona y me ha encantado, la gente ha estado maravillosa. Estoy muy contento porque es mi primera maratón tras estar una año y medio lesionado y he conseguido una gran victoria”, ha afirmado Safir. Por su parte, Valary Jemelli Aiyabei ha completado su espectacular actuación con una entrada a lo grande en la Plaza España, donde los espectadores han podido festejar su enorme registro que ha pulverizado por más de un minuto el récord que ostentaba Emily Chepkomy Samoei con un tiempo de 2:26:52 en 2012. “Estoy muy contenta porque he batido mi propia marca personal, además del récord de la prueba. Mi liebre Tom Payne ha hecho un trabajo perfecto y estoy muy feliz”, ha comentado Aiyabei en declaraciones a los medios de comunicación, en un podio femenino completado por las etíopes Aynalem Kassahu, la ganadora del pasado año, y Motu Megersa. El primer español en meta ha sido Fran España en decimoquinta posición (2:18: 38), y Marisa Casanueva se ha situado como primera española y cuarta mujer de la prueba con un gran 2:34:57, aunque no ha podido obtener la mínima para los JJOO de Río. Los maratonianos han tenido hasta 6 horas para terminar este maratón que hoy ha inscrito con letras de oro una jornada para recordar, con dos récords que se perseguían desde hacía muchos años, el de participación, superando por primera vez los 20.000 inscritos y el femenino, que se resistía desde 2012.
___________________________________________________________
Multimedia
Salida:
Km 13:
Km 28:
Km 29:
LLegada:
Resumen:
Recorrido moto:
Reportaje RTVE: