Media Maratón de La Latina
22/02/2015
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Décima edición de una carrera en un clásico barrio de Madrid, con un recorrido de mucho desnivel, pasando por muchos parques y realizando parte del mismo por la Casa de Campo. 3.000 corredores inscritos
Tras haber corrido hace una semana la Mitja Maratón de Barcelona, enfrento La Media Maratón de la Latina como un entrenamiento. Una carrera que no he corrido nunca y una buena forma de pasar 21 kilómetros con más personas, en un buen ambiente y con el compañero Jose Luis, con el que entreno a menudo a diario. La idea es correr con Jose Luis toda la carrera sin forzar, aunque el cuerpo puede que pida algo más al final… De todas formas, por tranquilo que vayamos, quiero bajar de 1h35′.
Me despierto temprano y sin nervios de la carrera, solamente con la inquietud de cómo llegar a la salida, ya que no conozco mucho el barrio. Aunque la organización facilita un aparcamiento en un centro comercial.
Por más que uno se planteé una carrera tranquila, el gusanillo siempre aparece en el estómago en cuanto se pone el dorsal.
Tras llegar, recojo el dorsal y calentamos para la salida. Hay un buen ambiente y muchos veteranos haciendo ejercicios. Un poco de trote en los alrededores de la salida, entramos en el estadio donde se está la meta, unos pequeños estiramientos y dispuestos para salir sin nervios en el cuerpo.
Después de una salida tranquila, voy cogiendo el ritmo poco a poco, aunque vamos despacio dejando que el pelotón se vaya extendiendo según pasan los primeros kilómetros y se van abriendo huecos para estar más a gusto, con espacio alrededor.
Los primeros kilómetros no son muy bonitos, ya que se recorren por el barrio de la La Latina y por su parte menos nueva. No deja de haber desniveles, con cuestas arriba y cuestas abajo. Mantenemos el ritmo alrededor de 4’30» el kilómetro, viendo al globo de 1h35′ muy por delante, el cual, desde el principio de la carrera, parece que va más deprisa del tiempo a realizar.
Cuando llevamos alrededor de 10 kilómetros, llegamos a Casa de Campo. Estaba deseando pasar por allí, ya que suelo entrenar los fines de semana y el recorrido es muy agradable, para mí, la mejor zona de Madrid para correr (cuestas aparte). Seguimos comentando el tema del globo que tenemos por delante y que sigue a un ritmo muy acelerado.
Cogemos un camino que no conozco, y para mi sorpresa es todo cuesta arriba. Por mi experiencia, en la Casa de Campo, también hay cuesta abajo, pero parece que se han olvidado de ellas.
A 4 kilómetros de la meta, el globo nos saca unos 2 minutos. En medio de una cuesta arriba, y ya casi en la salida de la Casa de Campo, decido ir a por él, por lo que aumento el ritmo para terminar por debajo del tiempo que me marqué. Poco a poco me voy acercando hasta alcanzarlo en kilómetro y medio. Le pregunto al portador: ¿No vas muy deprisa para el tiempo que marca el globo? Y me comenta que lleva un mayor ritmo, y que va ya disminuyendo para llegar justo a la meta. Como me encuentro con fuerzas, decido que voy a seguir el ritmo que llevaba a ver si bajo más tiempo (todo queda registrado).
El final es en el polideportivo de Aluche, estadio olímpico de atletismo abierto y con gradas, en el cual hay bastante gente animando. Acabo subiendo el ritmo al pisar la pista de atletismo y notar la agradable sensación del tartán bajo los pies (aunque está un poco desgastado y duro a su vez), para entrar en meta esprintando con esa sensación de estar bien físicamente y saber que no se ha consumido todo el físico durante la carrera. El tiempo final 1h:33’50».
Ha sido una buena experiencia, en una carrera con solera que proporciona un buen recorrido para fortalecer las piernas, pero no para batir una marca. Espero volver a correrla otro año.
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