50ª San Silvestre Vallecana
31/12/2014

Tiempo: 37:27

Multimedia

Es la primera vez que corro la San Silvestre Vallecana, que coincide con la 50 edición, y además, corro la carrera internacional.

Para correr la carrera internacional, se debe acreditar una marca inferior a los 38 minutos en una carrera homologada por la organización de la San Silvestre. Solamente corremos 1.000 personas. Para ello, ha habido bastante trabajo de realizar series en plano; cosa que no estaba para nada acostumbrado y no me agradaba nada hacerlas. Pero correr esta carrera debería merecerlas, y tenía claro que cuando corriera esta San Silvestre, debería ser la internacional.

La carrera cae en un miércoles por la tarde. La salida es a las 20:05. Es mi primera carrera nocturna. El perfil es bastante bueno, casi los primeros 8 kilómetros en bajada o falsa bajada, y los 2 últimos kilómetros de subida y callejeando por Vallecas, con entrada y fin en el estadio del Rayo Vallecano. Irán Carmen, mi tío y mi primo Jose al estadio para verme llegar. El objetivo es acabar la carrerapor debajo de los 38 minutos para que me sirva el tiempo para la San Silvestre del año que viene.

Para prepararme, estoy bastante tranquilo todo el día en el trabajo e intento no pensar en ello. Salgo temprano y me da tiempo a irme a casa a cambiarme para la carrera, a la que voy en metro desde Gregorio Marañón hasta el Bernabeu.

Al salir del metro, hay mucho ambiente alrededor del estadio. La mayoría con la camiseta de la carrera y algunos con la de sus equipos.

Caliento por Concha Espina con el resto de corredores durante unos minutos, y me voy la salida para ver a los corredores de élite y observar cómo calientan preparándose para la carrera. Es la primera vez que me codeo con esta clase de deportistas y quiero saborearlo lo máximo posible.

Me posiciono para salir adelante y, minutos antes de la carrera ponen música y animación para calentar los corredores. El ambiente es increíble, muy reducido y «parece» muy selecto. Las sensaciones son muy buenas y quiero disfrutar esta carrera todo lo que pueda.

Se da el pistoletazo de salida y subimos Concha Espina con cabeza ya que es cuesta arriba y hay que guardar fuerzas. Al entrar en Serrano, se distiende la carrera y a pocos metros se apaga la luz de la calle… Los corredores vamos cautela ya que hay coches aparcados a ambos lados de la calle, cosas en el asfalto, y advertencias de todos según vamos pasando metros para que los de atrás no tengan ningún percance. Cerca de la Plaza República Argentina hay de nuevo luz y entramos de lleno en la parte comercial de Serrano. Comienza a haber gente animando.

También comienza la bajada. Se agradece. Relajo las piernas y me dejo llevar por el ambiente, los corredores, el ritmo de carrera y disfruto sin llegar a coger gran velocidad, reservando para los kilómetros finales. Y así hasta la Puerta de Alcalá, que se ve iluminada según nos vamos acercando, con las luces para fin de año. Bajamos por la calle Alcalá soltando aún más las piernas con muchas más personas animando a los corredores. Cibeles está muy iluminada, al igual que el paseo del Prado, donde se acumulan muchas más personas.

Al llegar a Atocha y torcer hacia Avenida de Barcelona, hay un pequeño repecho que cuesta subir. Pero el gentío se acumula aún más y tiran de ti. En Avenida de Barcelona el ambiente es impresionante. De cuatro carriles de coches, el público está aglomerado y solamente dejan un carril para los corredores. Todo el mundo está muy apretado y gritan, animan y aplauden sin parar a todos los que corremos. Se me pone la piel de gallina. Miro a todos lados para captar a todo el público. Esto es impresionante. También ayuda la cuesta abajo, que voy sin hacer esfuerzos y recuperando un poco pulsaciones. Intento encontrar el portal de Maruja, pero con la emoción y el ambiente no me es posible.

Voy detrás de tres corredores y no me dejan pasar. No hay sitio para adelantar. Tras varios intentos, decido quedarme detrás y seguir disfrutando, ya necesitaré las fuerzas más adelante.

Tras pasar el puente de Vallecas, comienzan el último tramo de dos kilómetros y la parte más dura de la carrera. Voy bien de fuerzas pero con ocho kilómetros en las piernas. La pendiente y el contínuo callejeo provocan cambios de ritmos constantes. El público se vuelca con la carrera y es impresionante el efecto que provocan tantos ánimos para facilitar la parte final.

Una cuesta muy pronunciada torciendo a la izquierda hace mella en el ritmo, en todos los corredores y en la fatiga. Se ve de lejos el estadio. El final se va acercando aunque por una parte seguiría corriendo con este público hasta desfallecer.

Todo el mundo sigue gritando para animar. Insisto tanto porque es impresionante. Nunca me lo hubiera imaginado. Rodeamos el estado del Rayo Vallecano y entramos por el tunel hacia la pista de atletismo. La grada con público y la meta están enfrente. Hay que hacer una L para terminar.

Busco a la familia pero no la encuentro. Acabo la carrera en 37:27 con muy buenas sensaciones y sin mucho cansancio. La carrera ha sido impresionante, una experiencia única hasta la fecha.

Al terminar, estiro y busco a la familia, que como anécdota, no me vieron entrar en meta…8 ojos… jajajaja.

Espero poder correr muchas más.

___________________________________________________________

Multimedia