Carrera de las aficiones Marca07/03/2013
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(Comentarios escritos en octubre de 2017…)
Tras haber probado un par de carreras de 10 kilómetros, voy a probar un 5.000 para ver qué tal me adapto a una carrera más corta, en la cual la distancia y la velocidad se podrían adaptar más a mi tipo de entrenamiento hasta ahora.
La carrera se disputa en Sevilla, desde el estadio Sánchez Pizjuan al Benito Villamarín. El recorrido es muy bueno y muy plano, que da mucha facilidad para hacer una carrera constante en ritmo a velocidad elevada. Como tampoco tengo experiencia en esta distancia, temo no saber condurar el esfuerzo y quedarme en el camino. La corremos Carmen y yo, aunque ella saldrá unos metros más adelanta para salvar una cuesta arriba cerca de la Diputación de Sevilla, donde le daré el chip de la carrera para que también le pueda contar a ella su tiempo. Carmen lleva camiseta del Sevilla y yo del Betis.
A la carrera acudo trotando, ya que se encuentra a menos de dos kilómetros de distancia, así me sirve de calentamiento. El ambiente es impresionante, poniendo justo al lado del estadio del Sevilla los himnos del Sevilla y Betis. Con todos los corredores cantando su himno y hermanados sin ninguna rivalidad. Que diferencia de deporte con respecto al fútbol.
Al empezar la carrera, salimos todos disparados por la avenida Eduardo Dato a un ritmo muy fuerte. Yo me dejo llevar unos metros, y bajo un poco el ritmo antes de llegar a los bomberos para subir la cuesta y no desfondar.
En la avenida Menédez Pelayo está Carmen esperando. Me acerco a ella para entregarle el chip y salgo disparado de nuevo. Iré entre los 15 primeros de la carrera.
Entramos en la Avenida María Luisa y al Paseo de las Delicias, bordeando el Parque de María Luisa, con dirección a la Avenida de la Palmera.
Ya solamente queda una recta, una avenida, un último tirón. No sé ciertamente los kilómetros o metros para el final (corro con un reloj de un chino, no digo más. Ver foto…). Decido apretar cuando creo que queda alrededor de un kilómetro, ya que me veo aún con fuerzas. Cierro los puños y acelero. Acelero y sigo acelerando, hasta que sigo sin ver la meta. Ses me hace larguísima esta parte, e incluso me quedo sin fuerzas para seguir con ese ritmo. A unos 600 metros de esprintar, tengo que reducir la velocidad y me emparejo con otro corredor.
Se ve la meta, asoma al a derecha el Benito Villamarín. Hago el último esfuerzo para no decaer y mantenerme, intentando realizar una buena marca.
El tiempo final es de 18’30». En cuanto termino, cojo algo líquido y voy a meta a esperar a Carmen, que tiene que llegar en poco.
Al final, muy contento por la carrera, por correr con Carmen, disfrute del ambiente y un muy buen desayuno en el Parque de María Luisa que nos repone del todo.
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