VI Carrera Solidaria BBVA04/11/2012
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(Comentarios escritos en octubre de 2017…)
Después de muchos años corriendo, desde que era pequeño y corría alguna milla en Badajoz, me decido apuntarme a una carrera siendo adulto.
Esta primera carrera es de 10 kilómetros, y la afronto con mucho respeto, ya que nunca he corrido tanta distancia (por lo menos que la haya medido) y no tengo muy claro que sepa dosificarme en carrera lo suficiente como para acabarla. Me llamó la atención por ser solidaria, y destinar los fondos recaudados a diferentes proyectos.
La carrera discurre por el Paseo de la Castellana, saliendo desde el edificio BBVA, bajando a Cibeles, subiendo toda la Castellana hasta Plaza de Castilla y bajando hasta la meta en el edificio BBVA.
Hasta la fecha, no he corrido más de 8 kilómetros. El objetivo es acabar la carrera saludablemente, o al menos, sin acabar extasiado.
El día ha salido lloviendo, y aunque no hace nada de frío, no me esperaba la lluvia para iniciarme en esta distancia. No estoy acostumbrado a correr así. Tampoco me imaginaba el ambiente de carrera, donde hay miles de personas que van a realizar este recorrido, movidos también por la iniciativa solidaria del banco promotor.
La salida es a las 8h45′ y salgo con calma para intentar controlar fuerzas. Me cuesta mantener un ritmo calmmo, ya que suelo ir bastante más deprisa en los entrenamientos. Los primeros kilómetros son cuesta abajo y me dejo llevar por el ambiente, teniendo cuidado con el suelo y con tanto corredor.
Impresiona ver al cabeza de carrera, que va subiendo ya la Castellana, a un ritmo impresionante.
Al llegar a Cibeles, damos la vuelta con cuidado, ya que resbala mucho el asfalto y comenzamos unos 5 kilómetros cuesta arriba. No para de llover y es bastante incómoda. Por ser novato, corro con un cortavientos que me da bastante calor, no transpira nada pero tampoco me mojo. Me lo tengo que abrir varias veces para que el cuerpo respire.
La cuesta arriba se me hace un poco larga, pero la paso sin problemas. Con un poco de carga de piernas al final.
Enseguida vemos la Plaza de Plaza de Castilla y damos la vuelta para comenzar la bajada. El tramo final de unos 2,5 kilómetros, se hace muy fácil. Voy con fuerzas suficientes, y al ir bajando, voy soltando piernas y aumentando el ritmo.
Veo que puedo seguir acelerando, pero no quiero arriesgar, ya que quiero terminar sin problemas. ¡Novato! Pero cuando veo que queda un kilómetro, acelero y cojo un ritmo más cómodo, al cual estoy acostumbrado.
En meta está Carmene esperando y me da mucha satisfacción poder acabar mi primer 10.000 en tan buenas condiciones (y empapado).
El tiempo final es de 46’36».
Seguro que habrá alguna carrera más en el futuro…
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